domingo, 22 de enero de 2012

¿Mujer y madre?

Me imagino que la maternidad es algo que toda mujer se cuestiona, ya sea el cuándo acontecerá, ya sea si se está preparada para que ello acontezca. Yo, por el contrario, me cuestiono si acontecerá y por qué no siento realmente deseos de que se me pegue el espíritu santo.

No seré una cínica. Tengo 25 años y ya viví mi primer amor. Ya pensé en una primera camada y en una vida familiar, pero nunca tuve la intención de concretarlo. ¿Será que es anormal en una especie no sentir el deseo de reproducción? Digo, todos quieren la prolongación de la vida, pero ¿cómo se prolonga la vida?, ¿a través de la memoria o a través de la reproducción de la especie? No existiría memoria sin seres que la contengan.

¿Qué nos hace madres? Más importante aún, ¿qué nos hace querer ser madres? La realización como mujer no me parece una razón universalmente válida. Si nunca tuviera hijos, ¿no sería una mujer completa? Una mujer, una persona, es mucho más que su función biológica. Sin negar que esa función biológica es el origen del mundo.

No tengo ánimos de atacar la creencia popular sobre la maternidad ni la importancia que da al rol de la mujer en la sociedad como soporte de la misma. Lo que siento es la necesidad de cuestionar mi propia postura al respecto. Saber quién soy no se define por mi género. Saber cuál es mi destino en este mundo creo que tampoco se debe ver determinado por ello. Hay mujeres hoy en día que se alejan del deseo de ser madres. Sus necesidades personales, quizás más egoístas ante los ojos de los demás, las guían en una dirección diferente. Algunas intentan tenerlo todo. Otras, muchas, intentan forjarse un camino en el que están solas, pero completas en sí mismas. Quizás en el tiempo la historia nos muestre que una profesión tampoco es la razón por la que la maternidad no nos llama hacia ella. Quizás algún día queramos unirnos al mundo de las madres y nuestro cuerpo nos traicione. Hay muchos “quizás” posibles. Pero la única conclusión que puedo entregar en este momento es que jamás encontraremos la respuesta si no nos planteamos la interrogante. ¿Por qué mi sueño no es ser madre?